Detectores de monóxido de carbono: ¿Para qué sirven y cómo funcionan?

detectores de monóxido de carbono

En nuestro blog anterior exploramos qué es el gas y los distintos tipos que existen. Ahora nos enfocaremos en un gas específico: el monóxido de carbono, también conocido como CO.

Es importante destacar un dato preocupante: cada año mueren más personas por exposición a gases tóxicos que por explosiones causadas por gases inflamables. Entre estos gases, el monóxido de carbono es particularmente peligroso, ya que puede ser letal incluso en concentraciones muy bajas. Detectarlo a tiempo es fundamental para proteger la salud humana.

Así que comencemos desde el principio.

¿Qué es el monóxido de carbono?

El monóxido de carbono (CO), es un gas altamente peligroso que puede ser mortal para los seres humanos y animales si se inhala en altas concentraciones. Se produce como resultado de la combustión incompleta de materiales que contienen carbono, como gasolina, madera, carbón y gas natural.

Debido a su naturaleza inodora y transparente, el CO puede ser difícil de detectar sin la ayuda de tecnologías especializadas, como los detectores de monóxido de carbono (CO).

La concentración de gases tóxicos, como el monóxido de carbono, se mide en partes por millón (ppm) o partes por billón (ppb). Para visualizarlo, 1 ppm equivale a imaginar una habitación llena con un millón de pelotas, en la cual solo una de ellas fuera roja; esa pelota roja representaría 1 ppm de CO. Esta medición permite evaluar el nivel de riesgo para la salud en distintos entornos.

Efectos en la salud

La exposición al monóxido de carbono puede tener efectos severos en la salud. Los síntomas iniciales pueden parecerse a los de la gripe: dolor de cabeza, mareos, debilidad y náuseas. Sin embargo, a medida que la concentración de CO aumenta, puede provocar confusión, pérdida de conciencia e incluso la muerte. Es fundamental reconocer estos síntomas y actuar rápidamente si se sospecha de una fuga.

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¿Cómo funciona un detector de CO?

Los detectores de monóxido de carbono funcionan mediante sensores especializados que detectan la presencia de CO en el aire. Existen principalmente dos tipos de sensores en estos dispositivos:

Sensores electroquímicos

Sensor electroquímico de gas

Utilizan una reacción química en presencia de CO que produce una corriente eléctrica. La intensidad de esta corriente indica la concentración de monóxido de carbono.

Sensores de semiconductores de óxido metálico (MOS)

sensores de monóxido de carbono semiconductores

Estos sensores reaccionan al CO mediante cambios en la resistencia eléctrica de un material semiconductor, lo que permite medir la concentración del gas.

Cuando el sensor detecta una concentración de CO que supera un umbral seguro, el detector activa una alarma sonora y visual para alertar a las personas del peligro.

¿Dónde colocar el detector de monóxido de carbono?

Es importante colocar los detectores de monóxido de carbono en ubicaciones estratégicas, para que funcionen correctamente. A continuación, algunas recomendaciones para hogares:

Ubicaciones recomendadas:

  • Coloca al menos un detector de CO en cada nivel de la casa o instalación.
  • Instala detectores cerca de áreas de descanso, como dormitorios, para que la alarma sea audible durante el sueño.
  • Coloca detectores en áreas donde existan fuentes potenciales de CO, como cerca de calderas, estufas, calentadores de agua y garajes.
  • Instala detectores a unos 1.5 metros del suelo, cerca de la zona de respiración.

Ubicaciones no recomendadas:

  • Evita colocar detectores en áreas cerradas como armarios o cerca de puertas y ventanas, donde el flujo de aire puede diluir el gas y evitar su detección o causar falsas alarmas.
  • No los coloques en baños o áreas húmedas, ya que la humedad y el vapor pueden afectar su funcionamiento.
  • Evita instalar detectores cerca de extractores o ventiladores, ya que pueden dispersar el gas y reducir la sensibilidad del dispositivo.

Tipos de detectores de monóxido de carbono

Existen varios tipos de detectores de monóxido de carbono que varían en su tecnología y diseño:

  1. Detectores de CO alimentados por batería: Son fáciles de instalar y funcionan incluso en caso de cortes de energía. Es importante verificar regularmente la carga de las baterías.
  2. Detectores de CO con cableado eléctrico: Estos detectores se conectan al sistema eléctrico del edificio y suelen contar con una batería de respaldo. Son ideales para instalaciones fijas y ofrecen una protección continua.
  3. Detectores de CO combinados: Algunos detectores combinan la detección de CO con otros peligros, como humo o gases inflamables, en un solo dispositivo, ofreciendo una solución integral de seguridad.
  4. Detectores de CO inteligentes: Los detectores inteligentes se conectan a redes Wi-Fi y envían alertas a dispositivos móviles. Son útiles en entornos donde se requiere monitoreo remoto, como casas inteligentes o instalaciones industriales.

La intoxicación por monóxido de carbono es totalmente prevenible. Un detector de monóxido de carbono es una herramienta esencial para cualquier entorno donde el CO pueda representar un riesgo, proporcionando una protección constante al alertar a las personas del peligro y permitiendo una respuesta rápida.

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Rodrigo Padilla

por Rodrigo Padilla

CEO de Desitec

Especialista en Seguridad Industrial y Telecomunicaciones

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